Sucesos

Víctima habló de Dios a su violador y logró que se arrepintiera

Una mujer que fue sometida por una gavilla de asaltantes, que también abusa de sus víctimas, amansó a su abusador hablándole de Jesús. Antes de irse, el hombre le preguntó a la mujer si le podía perdonar. “Yo le miré y le dije que sí le podía perdonar”, relató la víctima ayer a la Monumental 1080. El hecho se registró en la colonia Yguazú, de Alto Paraná.

“Llegaron a las 21:15, yo estaba lavando los cubiertos, –inició su relato la mujer–. Mi marido salió, lo maltrataron, lo pegaron y lo amarraron. Yo del susto cerré la puerta, pero pensé en mi marido y abrí voluntariamente. Nuestra casa estaba como una carnicería, llena de sangre.”

Contó que los delincuentes, que eran tres, en todo momento actuaron con violencia y los maltrataba a todos. Indicó que mientras dos de los sujetos se encargaban de cargar todo lo que encontraban a su paso, un tercero se dispuso a abusar sexualmente de ella.

“Dos llevaron todas las cosas, mientras el otro me hablaba, me estiraba el pelo y me decía: ‘Si no querés que le toquemos a tu nieto, yo te voy a violar’”, citó.

arrepentimiento. La mujer dijo que, en medio de todo lo que estaba pasando, empezó a hablarle a su agresor de un pasaje de Biblia, de religión y de Jesús, por lo que dejó de abusar sexualmente de ella. La mujer también le pidió que deje el mundo de la delincuencia, pero el malviviente le respondió que ya no puede dejar esa vida.

“Yo le hablé de Jesús y él me miraba, empezó a silenciarse y quedó escuchándome hablar. Él me dijo que ya no podía salir de todo esto. Entendí que si sale de esto lo van a matar. Él se calmó y se quedó sentado”, precisó la víctima.

Antes de irse, el hombre le preguntó si le podía perdonar: “Yo le miré y le dije que sí le podía perdonar. El cayó en sí y vio lo que estaba haciendo. Yo le dije que ya no vuelva a hacer esto, que deje esa vida y él me dijo que ya no puede”.

Los atacantes destrozaron la casa y en todo momento exigían dinero. La mujer y su esposo tuvieron que recibir asistencia médica, tras quedar unas cuatro horas como rehenes. Por último, la víctima contó que los criminales pidieron que “no hagan la denuncia porque los policías eran sus amigos”.

En la causa hay tres detenidos. Además, la Comandancia de la Policía dispuso la intervención de la comisaría de Tavapy para determinar si hubo complicidad de los agentes con la gavilla.

Fuente: UH

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