Tras dimitir el 10 de noviembre pasado, Evo Morales se refugió primero en México y hace un mes en Argentina.
Un gobierno provisional, encabezado por la derechista Jeanine Áñez, tomó su lugar para llamar a nuevas elecciones, que se celebrarán el 3 de mayo, sin Morales como candidato y dirigidas por un renovado Tribunal Supremo Electoral.
Este domingo, en contacto con la radio boliviana Kawsachum Coca (RKC), el expresidente afirmó que si vuelve a Bolivia formaría «milicias armadas del pueblo» como en Venezuela, al evocar su renuncia en noviembre tras perder el apoyo de militares y policías ante denuncias de fraude electoral.
El exgobernante consideró «un error garrafal» no haber tenido «un plan B» para defender su gobierno, que se desmoronó tras un motín policial y la declaración pública del mando de las fuerzas armadas para que declinara el cargo que ostentó durante casi 14 años.
Las declaraciones de Morales, sobre quien pesa orden de detención de la fiscalía de Bolivia tras una denuncia por «sedición y terrorismo», podrían agravar su caso, dijo Israel Alanoca, viceministro del gobierno de Jeanine Áñez.
Su principal rival en las elecciones de octubre, el expresidente Carlos Mesa, tuiteó que Morales «primero quiso cercar las ciudades y ahora sugiere armar grupos irregulares y violentos para enfrentar a los bolivianos y a las FFAA». «Estas amenazas recurrentes muestran las verdaderas intenciones de Morales», dijo Mesa.
Evo Morales también aseguró, en otra entrevista publicada por el diario argentino «Perfil”, que Estados Unidos no quiere que él regrese a su país y que el «golpe de Estado» en Bolivia es producto de que Donald Trump «tal vez» lo quiere como un «trofeo».
Morales, que tuvo un estrecho vínculo con los gobiernos kirchneristas (2003-2015), aseguró que la relación con el peronista Alberto Fernández, quien asumió la presidencia argentina el pasado 10 de diciembre, «también es muy buena».
Sin embargo, dijo que cuando llegó a Argentina tuvo «la información de que no podría estar en la frontera» con Bolivia. «Entiendo que es también decisión de la Embajada de Estados Unidos. Lo que quieren es prohibirnos, eliminarnos», afirmó.