De forma espaciada deben ser ingeridos dos litros de agua por día para mantener hidratado al cuerpo, sin esperar a sentir sed pues es síntoma de deshidratación. El agua debe ser sin gas y sin sodio, ya que este último incrementa la presión arterial y propicia la retención de líquido.
El tereré, el mate o los jugos no reemplazan la cantidad de agua diaria que necesita el organismo, pese a que contienen agua, no aportan los minerales necesarios como lo hace el líquido vital.
En días calurosos se recomienda reducir la ingesta de bebidas gaseosas, por su alto contenido de azúcares, llevar una alimentación a base de frutas y verduras y evitar las comidas que dificulten la digestión como las comidas muy calientes y las que tienen alto contenido en grasa y sal, al igual que las frituras.
Tener en cuenta los horarios de exposición al sol y las altas temperaturas, también debe tenerse en cuenta que a ciertas horas -como los que transcurren entre las 10:00 hs y las 17:00 hs- los rayos ultravioletas son más intensos. Se recomienda utilizar ropa cómoda, de color claro y suelta.
Las personas que presentan mareos, náuseas, escalofríos o desvanecimiento y pérdida de conocimiento requieren atención médica urgente, por lo que deben recurrir al servicio de salud más cercano.
Desde el Ministerio de Salud instan a prestar mayor atención los grupos vulnerables como niñas, niños, ancianos, personas con obesidad y que estén bajo medicación, principalmente por problemas cardíacos, y embarazadas sobre todo en estos días de intenso calor previstos durante toda la semana con temperaturas por encima de los 40º C.