Economía & Negocios

Paraguay: La agroganadería produce alimentos para 80 millones de personas, emitiendo solo el 0,1% de CO2 a nivel mundial.

En su exposición en el Conversatorio sobre “La verdad sobre el sector productivo y el cambio climático” organizado por los gremios de la producción, el ingeniero Alfredo Molinas, asesor de la Unión de Gremios de la Producción (UGP) en temas ambientales, señaló que la razón principal de la subida de la temperatura “es un proceso iniciado hace siglo y medio con la industrialización, en particular por la combustión de cantidades cada vez mayores de petróleo, gasolina y carbón, la tala de bosques y algunos métodos de explotación agrícola”.

El profesional agregó que los denominados “gases de efecto invernadero” disueltos en la atmósfera -sobre todo de dióxido de carbono, metano y óxido nitroso- se producen naturalmente y son fundamentales para la vida en la tierra porque impiden que parte del calor solar regrese al espacio”.

El ingeniero Molinas señaló los cinco pasos que sigue el CO2 en los procesos naturales:

1- Fotosíntesis: absorción de CO2 que ingresa y forma parte de la planta (hojas, ramas…)
2- Incorporación de carbono al suelo, al caer las ramas y hojas y descomponerse.
3- Mineralización: emisión de CO2, desde el suelo.
4- Respiración: emisión de CO2 por la actividad de la planta.
5- Emisión por incendios, estrés por sequias.

Si la cantidad de CO2 absorbida por los pasos 1 y 2 es mayor que la emitida por los pasos 3, 4 y 5, entonces se tendrá un sumidero y si ocurre lo contrario, se tendrá una fuente. El primero acumula CO2 y el segundo lo libera.

El Paraguay, dadas las características de su sistema productivo, es un sumidero de carbono, es decir, captura más CO2 del que libera.

El expositor demostró que el Paraguay tiene una agricultura y una ganadería altamente eficientes y en armonía con el medio ambiente.

En cuanto a la agricultura, la dividió en dos grupos principales: la tecnificada y la familiar.

En la tecnificada, observa estrictamente las prácticas de: Siembra directa o ausencia de laboreo (no al arado), rotación de cultivos, uso de abonos verdes (avena negra, brachiaria ruziziencis, nabo forrajero, etc.), curva de nivel (prevención de erosión), manejo integrado de plagas, reforestación de cauces hídricos.

En cuanto a la familiar, aplica los principios de: Uso de abonos verdes, asociación de cultivos, policultivos, encalado de suelos, reforestación, ausencia de quema de rastrojos, barreras vivas, labranza mínima.

Por su parte, la ganadería paraguaya muestra un fuerte compromiso con las buenas prácticas, en especial en el manejo adecuado de los recursos hídricos y también en el manejo de suelos, con ordenamiento predial, rotación de potreros, implante de pasturas, ausencia de quema, además de una genética adaptada, sanitación y manejo reproductivo.

Con este comportamiento productivo, la agroganadería paraguaya ha logrado elevar sus estándares de producción dejando saldos exportables importantes.

Hoy, el país produce alimentos para mas de 80 millones de personas aunque su contribución a la emisión de CO2 es de apenas el 0,1% del total mundial.

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