BRASIL. João Miguel Alves, era un niño de dos años que fue diagnosticado con atrofia muscular espinal (AME) a los 7 meses de vida, una enfermedad degenerativa que destruye las neuronas que controlan la actividad muscular como hablar, caminar o respirar. Cada dosis del medicamento que le ayudaba a frenar el avance de su enfermedad, Nusinersen (con el combre comercial de Spinraza), costaba 76.850 euros, según el medio brasileño O Globo.
Fue entonces cuando sus padres recurrieron a las redes sociales para dar a conocer su caso y recaudar dinero para costear el caro tratamiento de su hijo. En total, la familia llegó a reunir 230.000 euros.
Sin embargo, la madre empezó a sospechar del padre cuando notó que faltaban grandes cantidades de dinero de las cuentas bancarias donde se habían depositado esas donaciones, y denunció el hecho a la Policía.
A raíz de esto, el pasado mes de julio se llevó a cabo la detención de Mateus Henrique Leroy Alves, padre de João, quien había abandonado a su mujer y a su hijo meses atrás con la excusa de que le había surgido un trabajo como vigilante de seguridad en Belo Horizonte, según informa el diario Daily Mail.
El padre, de 37 años, había estado dos meses alojado en un hotel de lujo donde había gastado más de 135.000 euros en ropa de diseño, relojes, drogas, prostitutas y alcohol.
La Fiscalía denunció al progenitor por estafa y abandono material de su hijo, delitos por los que está siendo juzgado y cuya sentencia prevé conocerse a finales de este mes.
Como consecuencia de ello, el dinero de las cuentas fue bloqueado y no fue hasta finales de agosto cuando el niño recibió la primera dosis del medicamento, cuyo coste fue cubierto por el Gobierno. A pesar de ello, el pequeño falleció de forma repentina el pasado 17 de octubre.