Ocurrió el día miércoles en Tucumán, Argentina. Tras perpetrar dos atracos, Federico Luis Acosta, ladrón «profesional», se dispuso a cometer el tercero.
Ingresó a una tienda y allí redujo al dueño del negocio y a un cliente que ingresó a realizar sus compras.
El asaltante prácticamente tenía manejada la situación, hasta que ya casi al final de su acción, se disparó un tiro de manera accidental en la zona de la ingle al querer guardar nuevamente el arma de fuego que portaba.
Ante el grave accidente el hombre abandonó el local, subió a su motocicleta y se dirigió a un hospital cercano. Pero la cantidad de sangre que perdió conllevó a su fallecimiento.