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El secreto de China para construir edificios y rascacielos cuestión de semanas o incluso días

En China llevan años con registros de la construcción en tiempo récord, y no solo de edificios al uso, sino de rascacielos a gran velocidad. Gran parte de la “culpa” la tiene un hombre, Zhang Yue, y su compañía Broad Sustainable Building.

Contaba hace unos años Wired que el hombre comenzó como estudiante de arte en la década de 1980, pero en 1988, con la ayuda de dos socios, Zhang dejó el mundo del arte para fundar Broad. La compañía comenzó como fabricante de calderas no presurizadas.

Así hizo una fortuna y vio una oportunidad a través de un problema. La economía de China se estaba expandiendo más allá de la capacidad de la red eléctrica de la nación, lo que supuso que la escasez de energía fuera un problema. Yue vio la necesidad de un aire acondicionado no eléctrico, y pensó que las unidades industriales alimentadas con gas natural podrían ayudar a las empresas a aliviar su carga eléctrica, reducir costes y disfrutar de un control climático más confiable en el negocio.

Broad desarrolló una tecnología donde, en lugar de usar electricidad para comprimir un refrigerante de un gas a un líquido y viceversa, los aires acondicionados no eléctricos usan gas natural u otra fuente de calor para convertir un líquido especial en vapor.

A medida que el vapor se condensa, enfría el aire a su alrededor. Su negoció se disparó, hizo una nueva fortuna, pero volvió a ocurrir un evento que le hizo cambiar: el terremoto que azotó la provincia china de Sichuan en 2008, causando el derrumbe de edificios mal construidos y acabando con la vida de casi 90.000 personas.

Zhang comenzó a obsesionarse con el problema del diseño de edificios, en la forma de modernizarlos para hacerlos más estables y más sostenibles. El empresario comenzó a investigar cómo construir estructuras económicas y ecológicas que pudieran resistir un terremoto.

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¿Qué hizo? Llevó el edificio a la fábrica para reducir costes, algo de lo que sabía bastante. Así surgió la idea de crear un rascacielos construido en fábrica. La clave: abandonar los principios por los cuales los rascacielos se diseñan normalmente. Por ejemplo, para reducir el peso total del edificio, usó menos concreto en los pisos, lo que a su vez le permitió reducir el acero estructural.

Las piezas se fabricaron en serie, con las tuberías, conductos de aire y redes eléctricas preparadas para su conexión. Luego se llevan en bloques y se ensamblan como si fueran piezas de Lego en tiempo récord.

Así nació una primera obra que muchas recordarán: el T30. A finales de 2011, Broad construyó un edificio de 30 pisos en 15 días. El mundo fue partícipe de lo conseguido con un vídeo espectacular donde vemos a los trabajadores de la construcción trabajando a toda velocidad mientras un reloj en la esquina de la pantalla marca el tiempo.

Finalmente, en tan solo 360 horas levantó una torre de 100 metros de altura. El 90% se había construido en la fábrica, y luego los módulos de acero se encajaron para crear los pisos en tiempo récord.

Y tras esta obra, Zhang se superó con el Mini Sky City en 2015, un rascacielos de 57 pisos en 19 días en el centro de China, en la capital de la provincia de Hunan, Changsha. Otro edificio de construcción prefabricada de vidrio y acero ensamblando tres pisos al día utilizando un método modular.

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