Según el último informe que dio a conocer el Ministerio de Hacienda, a través de su página web, la deuda pública total subió a US$ 8.761,4 millones al finalizar el mes de noviembre del año pasado y equivale a 22,7% del PIB.
Las estimaciones del sector privado indican que en este 2020 llegará a cerca del 27% y que el déficit se mantendrá por encima del tope legal.
Los compromisos del Estado paraguayo, que incluye a la administración central y a las entidades descentralizadas, aumentaron 8,9% con relación a los US$ 8.040,9 millones, monto con el que había cerrado el ejercicio 2018 y que representaba el 19,7% del PIB en aquel entonces.
De acuerdo con el informe, la deuda externa se situó en US$ 7.176,1 millones, lo que implica un incremento del 12% con relación al 2018 y la deuda interna en US$ 1.585,3 millones, que implica una reducción de 3,2%.
Los números finales de cierre del ejercicio 2019 se darán a conocer el próximo mes, pero ya se estima que será mayor, atendiendo que el fisco terminó con un déficit fiscal de 2,8% y esta diferencia se financia con deudas.
El déficit fiscal sobrepasó el tope de 1,5% del PIB establecido en la ley de responsabilidad fiscal, con autorización del Congreso, previa solicitud del Ejecutivo, argumentando la necesidad de mantener el ritmo de ejecución de las obras públicas para reactivar la economía, que había caído en recesión.
Las autoridades de Hacienda, basadas en los estudios de los organismos financieros, sostienen que la deuda sigue siendo baja con relación a los demás países de la región y que no es preocupante; así también aseguran que volverán a limitar el déficit al 1,5% del PIB.
Desde el sector privado, sin embargo, ya advierten del crecimiento de los compromisos y de que será difícil volver al referido porcentaje de saldo rojo este año.
En este primer mes del año, Hacienda ya colocó bonos soberanos por US$ 450 millones e irá ubicando otros US$ 97 millones de bonos del tesoro en el mercado local durante el año.
El 67,4% de los recursos que provengan de la emisión de estos bonos se destinará al “bicicleteo” de la deuda pública y el resto para aportes de capital a organismos internacionales, inversiones en infraestructura a cargo del MOPC y del Ministerio de Urbanismo.