El hombre fue visto mientras recorría con un peculiar «carrito», que inmediatamente llamó la atención.
Isidoro es de Caaguazú, e indicó que él mismo mejoró su medio de trabajo, con el que sale a vender frutas.
El ocurrente carro, en realidad resulta ser una carretilla, a la cual colocó un techo para paliar el calor y hasta unos parabrisas caseros para cuidarse de la lluvia.

El ingenio del señor, fue admirado por un hombre identificado como Tito Ramón Ávalos Morínigo.
Ávalos Morínigo publicó la historia de Isidoro en su cuenta personal de Faebook, compartido ya por miles de usuarios.
Así también, se destaca la impecable vestimenta en la que el hombre sale a realizar su labor, con un elegante traje tradicional de color blanco y un sombrero piri.
Además, el trabajador agregó que “el que quiere, puede”.