Anteriormente, se había mencionado la posibilidad de cerrar el Instituto Nacional de Desarrollo Rural y de la Tierra (Indert) ante los sucesivos hechos de corrupción detectados en diferentes administraciones, pero no se había creado ningún ente con similar rol.
Sin embargo, el Poder Legislativo, sin mucha difusión, aprobó la Ley Nº 6286 “De defensa, restauración y promoción de la agricultura familiar campesina”. Y hasta fue promulgada por el Poder Ejecutivo el pasado 17 de mayo.
Tiene por objetivo la reestructuración del Ministerio de Agricultura y Ganadería (MAG). Y crea el “Viceministerio de Agricultura Campesina”, un nuevo ente estatal que entre otras cosas tendrá a su cargo el reparto de tierras a campesinos e indígenas, superponiéndose directamente a las funciones del Indert en cuanto a la política agraria y también al Instituto del Indígena.
En efecto, esta legislación, en su artículo 16, Acceso a la tierra, señala textualmente: “La autoridad de aplicación (el Viceministerio), en coordinación con los demás órganos del Poder Ejecutivo, implementará un proceso ágil de regularización y formalización de la propiedad rural de las comunidades campesinas que realicen la agricultura familiar Campesina.
Se otorgará prioridad en el acceso y la titularidad de derechos sobre la tierra a los sujetos beneficiarios de la presente ley. La autoridad de aplicación articulará con los órganos correspondientes del Poder Ejecutivo el acceso a la tierra para la agricultura familiar campesina e indígena, considerando la tierra como un bien social«
Hoy día existen fuertes críticas hacia la función real del Indert, ya que a través del área de Fides, prioriza más el tema de compras de bienes y servicios (como las famosas instalaciones de pozos) antes que la regularización de la tenencia de tierras a través de los títulos. Ahora resulta que el MAG tendrá también la potestad de repartir tierras.
Según la directora de Planificación del MAG, Ing. Paula Durruty, esta modificación de la estructura orgánica de la institución está siendo analizada por los técnicos de dicha cartera de Estado, con participación de representantes de las autarquías relacionadas de la cartera, de los gremios de la producción y de otros sectores.
“Estamos analizando la reglamentación del Viceministerio de Agricultura Familiar, que no tiene presupuesto y además tiene funciones que se contraponen con las de varias autarquías”, reconoció Durruty. Amplió que con la reestructuración del MAG se está “ordenando las competencias de todas las autarquías” para que se pueda trabajar mejor, aunque no habló de eliminar Indert.