Como cada año, el Programa Nacional de Sangre apela a la solidaridad de todos los paraguayos que tengan el deseo de salvar vidas a través de la campaña nacional de donación de sangre en distintos hospitales del país e incluso en empresas.
Se pueden realizar las donaciones en el Hospital de Clínicas, en el Instituto de Previsión Social (IPS) y en diferentes empresas y centros comerciales, pues la campaña será masiva.
Ruth Sanabria, jefa de Colecta Externa del Programa Nacional de Sangre del Ministerio de Salud Pública y Bienestar Social, comentó que la donación de una sola persona (un volumen) sirve para salvar tres vidas.
Añadió que absolutamente todos los grupos sanguíneos son necesarios y que últimamente la necesidad es aún mayor, debido al aumento de la población y de accidentes de tránsito, ya que la gente se extralimita en el consumo de alcohol.
“Donar sangre es regalar vida y bienestar a los enfermos que los necesitan”, expresó Sanabria.
Según explicó la profesional, existen 7 variedades de tipos de sangre, y todas son útiles. Además de la solidaridad, donar trae beneficios físicos al organismo, por efecto de la renovación de la sangre.
QUIENES NO PUEDEN DONAR
Aunque la donación sea voluntaria, existen grupos de personas que no pueden donar, a causa de ciertas condiciones de salud.
Se deben abstener de donar los que están con un cuadro de infección o gripal, quienes consumen antibióticos, las embarazadas, las mujeres que están amamantando, o quienes se hayan curado recientemente de un cuadro viral de dengue clásico.
No están habilitados para donar los diabéticos insulinoidependientes, ni quienes tengan enfermedades infectocontagiosas.
Por otra parte, los que hayan sufrido hepatitis tipo B, la llamada hepatitis del adulto, ya no pueden donar, en tanto que los que hayan sufrido hepatitis de niños pueden donar porque ésta no deja secuelas.
Los anémicos no pueden donar, así como tampoco los pacientes que hayan tenido leucemia o estén en tratamiento por enfermedades oncológicas.
LOS QUE PUEDEN DONAR
Son donantes habilitados las personas que tengan entre 18 y 60 años, más de de 55 kilos y no padezcan enfermedades infectocontagiosas ni se hayan realizado tratamientos odontológicos recientes.
Con respecto a los tatuajes, y el gran mito circula sobre el peligro de donar, se determinó a través de estudios que quienes tienen alguno (o también piercings) vuelven a estar en condiciones de donar luego de un año.