El médico ginecólogo argentino, Leandro Rodríguez Lastra fue declarado culpable de haber evitado un aborto en mayo del 2017.
El médico fue enjuiciado por evitar el aborto de un bebé de 23 semanas de gestación y estabilizar la vida de su madre de 19 años, que llegó con fuertes dolores al Hospital Pedro Moguillansky de la ciudad de Cipolleti, Provincia de Río Negro, República Argentina.
En dicha oportunidad, una mujer embarazada y al borde de la muerte, llegó a la guardia con 39 grados de fiebre y una infección generalizada por un intento fallido de aborto. Dicho cuadro se habría producido por el consumo de nueve pastillas de Oxaprost, una dosis excesiva que había sido suministrada a la joven con fines abortivos.
No obstante, la joven de 19 años, no tenía sangrado vaginal, contracciones de parto ni el cuello uterino dilatado. El aborto había fallado y el niño seguía vivo.
En ese momento, Rodríguez Lastra, quien se desempeñaba como jefe del servicio de Ginecología, decidió administrar antibióticos a fin de estabilizar a la paciente, y una vez fuera de riesgo, el equipo de profesionales, analizó la situación y concluyó que lo mejor para la madre y el niño era continuar el embarazo hasta la semana 35. La joven de 19 años, aceptó tales indicaciones y unas semanas después el niño nació sano.
Rodríguez Lastra refirió en su defensa, que «más allá de la semana 20 ya ni siquiera se puede hablar de aborto. Para interrumpir un embarazo tan avanzado hay que matar al bebé en el útero antes de sacarlo».
El fiscal del caso argumentó que Rodríguez Lastra, al no estar inscrito en el registro de objetores de conciencia, estaba obligado por ley a realizar el aborto por cuanto según lo manifestado por la madre se habría concebido como producto de una violación.
Aún cuando la joven aceptó finalmente el tratamiento aplicado, el juez consideró que Rodríguez Lastra se aprovechó de su condición de médico «frente a una joven mujer de escasos recursos comunicativos, como quedó evidenciado en la audiencia, a la que además no contaba con la contención adecuada desde que solo se acompañaba de su hermana”. La pena a ser aplicada puede ir desde la suspensión e inhabilitación de su profesión, hasta los dos años de prisión.
Por otro lado, la Fiscalía señaló que el médico no sólo ejerció violencia obstétrica, sino también machista, por lo que solicitó que sea declarado responsable por el delito de incumplimiento de los deberes públicos. No obstante, el médico fue absuelto de estos cargos.
Leandro Rodríguez Lastra manifestó que continuará su lucha por hacer “justicia”.
El niño nacido, fue adoptado y a la fecha ya tiene dos años.